miércoles, 4 de agosto de 2010

Bendita Valeriana.

No siendo millonario (malaya mi suerte, carajo), ni muchísimo menos, andar despierto, a las tres de la mañana, leyendo, escribiendo, corrigiendo lo escrito y echando a la basura casi todo lo hecho, puede ser visto como un acto de romanticismo irresponsable, el cual solo puede acarrear dos situaciones: 1) llegar tarde a la oficina en la que trabajo (malaya mi suerte, dos carajos) ó 2) pasar el día entero en estado comatoso, siendo éstas dos, por placenteras, situaciones superlativamente geniales.

Abriendo el abanico de mis posibilidades y no encontrando en él, ni sacudiéndolo como poto de vedette, el más puto atizbo de próxima renuncia laboral, por fortuna o golpe de suerte repentino, y traicionando a mis deseos y a la voz de mi vocación, y para salvarme del desempleo además, emprendí la búsqueda de algún método que ayude a mitigar mi falta de sueño en esas noches aciagas pero felices en las que voy haciéndome un camino pequeñito, discreto, ridículo, casi insignificante, rumbo a mi sueño de poder colocar en el espacio en blanco de los mil y un formularios que llenamos a lo largo de la vida: OCUPACIÓN: (al fín y con toda la concha del mundo) Escritor.

En esa búsqueda, aprendí de pastillas (benzodiasepina, trazodona, orfidal, rivotril, etc.), poses yoga (acroyoga, ashtanga yoga, hatha yoga, bikram yoga, etc.), brevajes, recetas ancestrales, emplastos de albahaca, girasol y otros menjunjes, ejercicios de respiración y de los de relajación también, rezos, oraciones, pactos y todo lo que un cerebro en ebullición a las tres de la mañana puede encontrar en internet para favorecer el sueño y…¡me lleva un carajo partido por la mitad!, nada sirvió.

Felizmente resignado a mi insomnio creativo (¿?), pasé largos meses disfrutando mi estancia al borde del despido laboral (por lo de las tardanzas y el estado comatoso casi diario), hasta que sucedió, como siempre (la sabiduría del pasado), conseguí la solución de boca de una viejecita, linda, sabia, Phd en ramas, tallos, raíces y todo lo que el suelo ofrezca, la tía (mi tía) Amandita.

- Tintura de valeriana hijito – recetó–, cincuenta gotitas en un tecito calientito, media horita antes de dormirte y ¡zas!, buenas noches los pastores, asunto arreglado.

Cuanta razón Amandita. Me reiniciaste al mundo del sueño perdido, en desmedro de mi insomnio creativo (lo único que realmente jode de dormir tan plácidamente), y, sin quererlo (aunque, permíteme una duda en tus deseos, por lo de tu Phd), me sumergiste en la adicción más placentera de la vida entera y a punta de bendita valeriana: dormir sin sobresaltos, escribiendo poseído, en mis ratos de oficina, por el insuflo reparador y creativo que me da la valeriana, que suena a marihuana, solo que mejor.


8 comentarios:

Luna dijo...

Casi me da un infarto de la pura risa, te quedo lindo y de chabacano no tiene nada..!! sabes (y no se si te caiga en gracia este comentario) éste y el post anterior al lindo poema, me recuerdan mucho al estilo Bayly...me gustaron muchisimo: reales, cotidianos, con una picardía ingeniosísima, ya te veo con tu cara de disconformidad!! pero lo siento! me gusto muchísimo...

Erick M dijo...

Luna,por ser mi más fiel seguidora te permito que me digas Bayly, Beto, Alex Broca, Chola Chabuca,lo que quieras. En serio gracias por la pura risa y por compararme con Bayly, el tipo vende y conoce su negocio,gracias Luna, pero si es un post chabacano, permiteme que discrepe,gracias Luna otra vez.

Crisandbar dijo...

Yo sólo tengo insomnio cuando me viene la inspiración y no puedo parar de escribir =) es genial, ojalá todo el mundo tuviera insomnio para este tipo de cosas jaja o para contarlo tan gracioso como tú! un saludo

Erick M dijo...

Gracias Alea, gracias por el coment,se agradece tambien que te guste y te haga reir el postito.

Tallahassee dijo...

Me has hecho sonreir porque me siento bastante identificado con lo que cuentas del insomnio y los posteriores madrugones. ¡Pero se escribe tan bien de madrugada!

(po cierto, gracias por darme la dirección de tu blog :-) )

Erick M dijo...

Gracias tallahasse, que bueno que te gustó el postito, y si la madrugada es el mejor momento para escribir.

La Turca y sus viajes dijo...

Hola!!!!
Para mí no es insomnio, porque si lo fuera no estarías creando y además eres millonario sí que vos te des cuenta o te quieras dar cuenta, lees, escribes, tienes ojos para corregir, lloras te ríes, te enojas, eres feliz y además tienes trabajo…

Un abrazo de oso.

Erick M dijo...

Tienes razón común, todo feliz, menos lo del trabajo, sería ideal trabajar en lo que a uno realmente le gusta, pero estamos en este mundo, donde nada es perfecto, solo los paisajes que muestran tu blog (preciosos), trabajo viene del latin trepalium, que significa cadalzo, lugar de ahorcados, ya por ahi, me quita las ganas de trabajar, que vivan los insomnes.