lunes, 28 de junio de 2010

Retorno.

Ya no era necesario ponerse de puntitas para mirar a través del vidrio, pasaron quién sabe cuántos años desde su último día de escuela, y quién sabe cuántos más queriendo regresar; después de todo y sacando cuentas, fue el único lugar en el que fue feliz, y, hoy, despúes de tanto tiempo y de tantos golpes de la vida, estaba de vuelta, parado frente al mismo portón con vidrio roto que lo vió alejarse aquel último día de clases en busca de un futuro que no le llegó como esperaba.

A pesar de su aspecto extraño, nadie se inquietó ante su presencia, era como invisible por los años, por el tiempo que pasó, como una gran nada, como un agujero sin color ni misión sobre el planeta, un alma echada al olvido.

Siempre formó parte de los mohínos crónicos, de los inconformes, de los "Ícaros" que buscan cerca al sol, la felicidad que les es esquiva en la tierra, y que a pesar de los esfuerzos por esconderse en condición de árboles, dentro de un bosque, para que nadie los note, para no joder con su mundo propio, se pasan la vida buscando aprobación en las miradas; pero como toda condición extraña, la suya, solo tendría un final, la fama o la indiferencia.

Y fue así, que sumido en la más completa indiferencia, volvió a su portón, quién sabe cuántos años después, para tratar de encontrar un poquito de felicidad del pasado, en algún recuerdo ído, en alguna mirada que aprobara y le diera a través de la nostalgia, un poco del poco, pero tan entrañable calor de hogar que sintió en ese edificio ahora olvidado, como su propia vida, como su impasible muerte.

2 comentarios:

Luna dijo...

Gracias, por traer a colación un recuerdo que hace mucho no traía mi memoria al presente, un punto en el pasado que me dejaba el mundo de puertas abiertas y al que salí corriendo con las mas grandes expectativas.Gracias por hacerme recordar que tuve un momento, aunque fuera solo uno pequeño, de felicidad, en el que el futuro me era promisorio y eso alimentaba mi momento y mis luchas...fui feliz, si que lo fui, y eso me recuerda que algún dia viví y existí...gracias,y se me hace un nudo en la garganta, por escribir de manera tan dulce para todos los que buscamos ese puntito de felicidad en alguna parte nuestro recuerdo pasado...gracias mi más querido amigo...

Erick M dijo...

No merezco tantas gracias Luna, en serio se agradece, quiero volver al colegio.